El Cáncer y la hormona del crecimiento
Un equipo de científicos de Estados Unidos y Ecuador realizó un estudio en una comunidad ecuatoriana ubicada en las faldas de los Andes donde se descubrió que la clave contra el cáncer podría estar relacionada con la actividad de la hormona del crecimiento.
El estudio de 22 años de duración con personas de un pueblo remoto de Ecuador que portan niveles genéticamente bajos de hormona de crecimiento revela sorprendentemente pocos casos de ambas enfermedades,se publico en la revista Science Translational Medicine.
Muchos de los individuos de esta comunidad padecían Síndrome de Laron, una deficiencia genética que no permite al organismo usar adecuadamente la hormona del crecimiento.
La investigación comenzó con el doctor Jaime Guevara Aguirre, especialista en diabetes del Instituto de Endocrinología, Metabolismo y Reproducción en Quito, quien descubrió en 1987 a la comunidad en la provincia de Loja al sur de Ecuador.
Guevara Aguirre observó que entre los pobladores con enanismo no había cáncer ni enfermedades cardiovasculares pero si en sus parientes de estatura normal.
El médico ecuatoriano compartió sus hallazgos con Walter Longo, especialista en envejecimiento de la Universidad del Sur de California y juntos investigaron las mutaciones genéticas de los pobladores.
Los científicos tomaron una muestra de 100 individuos con síndrome de Leron y 1600 parientes de estatura normal, durante 22 años que duró el seguimiento no se documentaron casos de diabetes y sólo un caso de cáncer no letal entre los pobladores con síndrome de Leron. Sin embargo entre los individuos sin el síndrome se detectaron 5% con diabetes y 17% con cáncer.
Asumiendo que las condiciones ambientales eran las mismas para todos los sujetos se llegó a la conclusión de que la responsable era la hormona del crecimiento. "Las personas con deficiencia en el receptor de la hormona de crecimiento no desarrollan dos de las principales enfermedades de la vejez" dijo el doctor Longo.
Al hacer el análisis de muestras de sangre se descubrió que el síndrome de Laron tiene doble efecto protector ya que protege al ADN de los daños oxidativos y promueve el suicidio de las células dañadas. También se observaron bajos niveles de insulina y una baja resistencia a ésta.
Para comprobar si el bloqueo de la hormona del crecimiento es la clave para el tratamiento del cáncer, el doctor Longo planea llevar a cabo ensayos clínicos con personas que están recibiendo quimioterapia, administrándoles un fármaco usado en el tratamiento de la acromegalia, una enfermedad vinculada con el gigantismo.
Sin embargo, los científicos señalan que este fármaco sólo ayudaría a prevenir el cáncer hasta que se inicia la vejez, cuando comienza a disminuir la actividad de la hormona del crecimiento.
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